X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Los dientes quehab�a perdido segu�an faltando y la boca y la mand�bula me ard�an; a un lado de lacabeza ten�a un chichón como un huevo de paloma y pese al ung�ento se me empezabaa agrietar el brazo derecho.Hac�a m�s de diez a�os que el maestro Gurloes o uno de losoficiales me hab�a azotado, y descubr� que ya no era tan h�bil en desprenderme del dolor.Procur� distraerme examinando los alrededores.El lugar donde estaba no parec�atanto una cabina como una hendidura en un gran mecanismo, uno de esos lugares,aunque ampliado varias veces, donde se encuentran objetos que parecen llegados deninguna parte.El techo ten�a al menos diez anas de altura y era inclinado.No hab�apuerta que preservara la intimidad o repeliera a los intrusos; desde un rincón entraba unpasillo libre.Yo estaba acostado en una pila de trapos limpios cerca del rincón opuesto en diagonal.Cuando me sent� a mirar en torno, el enano peludo que Gunnie llamaba Zak surgió de lassombras y se acuclilló a mi lado.No habló, pero la postura expresaba preocupación pormi bienestar.Le dije:  Estoy bien, descuida  y con eso se tranquilizó.La �nica luz de la c�mara entraba por el pasillo; recurr� a ella para examinar lo mejorposible a mi enfermero.Me pareció no tanto un enano como un hombre peque�o, esdecir, no ten�a una desproporción marcada entre las extremidades y el torso.La cara noera muy distinta de la de cualquier hombre, salvo por la mata de pelo que la ocultabademasiado, la lujuriosa barba casta�a y un bigote m�s lujurioso a�n, ninguno de loscuales parec�a haber sido sometido nunca a la tijera.La frente era baja, la nariz algochata y la barbilla (hasta donde pod�a imaginarse) menos que prominente.Sin duda eraun hombre, deber�a a�adir, y por cierto que totalmente desnudo salvo por la gruesa capade vello; pero cuando me vio mirarle la entrepierna tomó un trapo de la pila y se lo anudóa la cintura como un delantal.Con cierta dificultad me puse en pie y ech� a renquear por la habitación.Corriendo, �lse me adelantó y fue a plantarse en el umbral.All� todas las l�neas de su cuerpo merecordaron a un criado que hab�a visto refrenando a un exultante borracho; me ped�a queno hiciese lo que pensaba y al mismo tiempo anunciaba la decisión de su due�o deimped�rmelo por la fuerza si insist�a.Yo no era capaz entonces de ning�n tipo de esfuerzo y a�n menos de despertar en m�ese �nimo temerario que nos predispone a pelear con los amigos cuando no hay adversarios a mano.Titube�.�l se�aló el pasillo y, en un gesto inconfundible, se pasó undedo por la garganta. �Hay peligro all�?  pregunt�.Probablemente tienes razón.Al lado de esta nave,algunos campos de batalla que he visto parecer�an parques p�blicos.De acuerdo, nosaldr�.Con los labios lastimados me costaba hablar, pero al parecer me hab�a entendido y alcabo de un momento sonrió. �Zak?  pregunt� se�al�ndolo.Volvió a sonre�r y asintió.Me toqu� el pecho:  Severian. �Severian!  Mostrando unos dientes peque�os y agudos, interpretó con una sonrisauna breve danza de alegr�a.Alegre todav�a, me tomó del brazo izquierdo para llevarme devuelta a la pila de trapos.Aunque la mano era morena, parec�a brillar tenuemente en la penumbra.X - Interludio Tienes un buen golpe en la cabeza  me dijo Gunnie.Estaba junto a m�, sentada,mir�ndome comer estofado. Lo s�. Tendr�a que haberte llevado a la enfermer�a, pero andar por afuera es peligroso.Nadie querr�a ir a ning�n lado que otros conozcan.Asent�. Menos todav�a yo.Dos individuos han intentado matarme.Quiz� tres.Posiblemente cuatro.Me miró como si sospechara que la ca�da me hab�a tocado el seso. Lo digo muy en serio.Uno fue tu amiga Idas.Ahora est� muerta. Ten, toma un poco de agua.�Est�s diciendo que Idas era una mujer? S�, una chica. �Y yo no lo sab�a?  Gunnie dudó. �No te lo est�s inventando? Eso no importa.Lo que importa es que trató de matarme. Y t� la mataste a ella. No, se mató sola.Pero hay por lo menos otro y puede que m�s de uno.Sin embargot� no estabas hablando de ellos, Gunnie.Creo que te refer�as a los que mencionó Sidero,los gui�adores.�Qui�nes son?Se frotó con los �ndices los bordes de los ojos, el equivalente femenino de un gesto delos hombres, rascarse la cabeza. No s� explicarlo.Ni siquiera s� si lo entiendo.Yo dije:  Int�ntalo, Gunnie, por favor.Puede ser importante.Al o�r la urgencia de mi tono, Zak abandonó la tarea de vigilar el pasillo y me echó unamirada de preocupación. �Sabes cómo viaja esta nave?  me preguntó Gunnie [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • fisis2.htw.pl
  • Copyright � 2016 (...) chciałbym posiadać wszystkie oczy na ziemi, żeby patrzeć na Ciebie.
    Design: Solitaire

    Drogi uĚźytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.